martes, 29 de marzo de 2011

Real Oviedo 2-0 Deportivo Alavés


Un regalo de la defensa y del portero del Alavés en el minuto 13 ha provocado finalmente la derrota contra el Oviedo. Un traspié de consecuencias muy duras para el cuadro que dirige Miguel Ángel Álvarez Tomé, ya que pasa del liderato a la tercera plaza, a tres puntos del nuevo líder, el Eibar, y a uno del Mirandés. No es un buen panorama en la recta final de la competición, aunque todavía hay tiempo para reaccionar.

La cuestión es que el Alavés no ha realizado tan mal partido como muestra ese 2-0 en el Nuevo Carlos Tartiere. El Oviedo acertó en una de esas desconexiones de la zaga albiazul que suele producirse en cada partido. A partir de ahí, el grupo alavesista funcionó con cierta coherencia y algunas ocasiones claras que no cristalizaron en gol. Claro que para entonces el encuentro había tomado el cariz que quería el Oviedo. Un fútbol directo, de choque y sin concesiones que los vitorianos supieron sortear a veces.

En la recta final del encuentro, Tomé se decidió por la vía del riesgo. Sacó del campo a Moya y Guereñu, también a Óscar Martínez, para meter más mordiente con Casares, Jito e Indiano. El ensayo no resultó porque el Alavés no acertó a alojar el balón en una portería defendida con criterio por Aulestia. Al contrario, el Oviedo sí atinó a enlazar una de las contras que tanto intentó todo el encuentro. Xavi Moré se escapó hasta hallarse frente a Dituro, que le zancadilleó. Penalti, expulsión y gol. Demasiado castigo para un equipo que ahora deberá recomponerse.

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