la gélida temperatura bajo la que se ha disputado ha parecido helar
las ideas de ambos equipos, al menos las ofensivas, ya que la suma de
ocasiones de ambos equipos se puede contar con los dedos de una mano.
En la primera parte, pese al buen arranque de los albiazules, las
mejores oportunidades han sido para el conjunto leonés, que bien
plantado en defensa y con un par de contraataques bien llevados ha
vuelto a demostrar que si está en puestos de descenso, se debe a su
inocencia a la hora de encarar la portería rival.
El mejor juego de los de Tomé ha llegado en los segundos cuarenta y
cinco minutos, en los que cabe destacar la mejor ocasión de los
locales en todo el partido (min. 31): un cabezazo a bocajarro de Jito
tras una perfecta incursión por la banda izquierda, al que ha
respondido Diego Calzado con un gran paradón.
A partir de ahí el dominio del partido ha sido netamente albiazul,
si bien el desacierto en el ataque, y la dureza del terreno de juego
-daba la sensación de que el balón en algunos momentos era difícil de
controlar-, han hecho que el marcador no pasara del cero a cero
inicial.
Tras este partido, la plantilla se toma un merecido descanso navideño
antes de afrontar la segunda parte de la temporada, que esperemos que
lleve al Alavés a la soñada segunda división.